Monday, August 18, 2014

Mi muerte

Mi muerte (Trabajo digital sobre fotografía. Gustavo Thomas © 2013)





Mi muerte tiene la lengua de lado,
sangre en la nariz
y los párpados bien cerrados.

Es cruel y sorpresiva.

A mi muerte se le llama por teléfono,
está tendida en el suelo,
semidesnuda,
con policías y reporteros trabajando.

No tiene frío, calienta.

Mi muerte aparece con un sonido sordo,
algunos llantos,
alquien que no quiere ver,
que parece nada entiende,
apretándose los dedos y los labios.

Las ventanas se cierran cuando ya se ha ido.

Mi muerte es la noche ya entrada
o el día más que nublado,
persianas que ante el sol al suelo bajan;
rezos, flores, incienso, lentes opacos.
 
El cementerio a lo lejos; 
aquél niño, en un auto encerrado.

Madre que llora su hijo,
hermano que pide a un santo,
amigos que nunca regresaron,
un padre infiel al que se le hizo de lado.

¡La familia es una mitología de desaparecidos!

Mi muerte está tirada en el vapor de un baño,
escribiéndome correos.
A ella le hacen homenaje,
yo grito en el suelo, golpeando, salvaje.

En la lejanía la he soñado y de ella aprendo.

Mi muerte ya vieja se despide de los suyos
y yo que le pertenezco me niego a verla,
la encuentro después en una caja
dormida, silenciosa,
la llevan a enterrar, despedida la dejan sola.

Recuerdo cuando enfermo me limpiaba con sus amorosas manos.

Mi muerte es aquella de mis otros
que lloran o desmayan al saberla,
un abrazo es en la noche 
apoyado al sentirse amado
un pecho silencioso cuidando.

Su madre no fue la mía que aún presume la vida.

Mi muerte es un padre en su ausencia;
recuerdos y sueños de una culpa,
frialdad al recibirla,
más llamadas sin visitas.

Mi muerte es mi odio y es mi desidia.

Mi muerte es todas las muertes que se juntan
y ese olvido de los antiguos desterrados.

La nada que se filosofa en una cama aguada.

Mi muerte es un sello legal
que en la memoria de mi piel quedó plasmado,
su tinta se esparce como sangre
inundando hileras de archivos en forma de barcos
y sí, es un rezo no escuchado.

Caminar por un cementerio
leyendo nombres.

No le temo...
pero no se olvida nunca el eco de su paso.




(Gustavo Thomas © 2012-2013)



Tuesday, August 5, 2014

Las cenizas del maestro*


Gustavo Thomas durante un ensayo de Las Cenizas del Maestro (México, D.F. Omar Ramírez Casas © 2014)






La danza del padre 1


Aquellos que nos precedieron
hoy solo cenizas son
en nuestros dedos polvo
en el recuerdo volando
caliente flotando
molesto cae
quemando los ojos
los pies
el sueño



Las cenizas del maestro


Aquellos que nos precedieron
nos dejan un camino denso
es su propio peso
nos desintegramos a su invocación
es el olvido
nos desplazamos hundidos
en la presencia de sus libros
voces
gestos




En el jardín de las cenizas


Aquellos que nos precedieron 
sembraron su semilla en nuestro cuerpo
somos un jardín de flores
donde sus cenizas crecen
al cielo olemos sus palabras
y sus retratos
ese es nuestro duelo
somos los hijos de su dejo amoroso
ofrecemos su legado eterno





(Gustavo Thomas © 2014) 



* Este conjunto de tres poemas fue originalmente escrito para la tres piezas de Butoh que presenté en México, D.F. y en Morelia, Michoacán en marzo y abril de este 2014 bajo el nombre de Las cenizas del Maestro.