Esta mano
que no es mía
recorre líneas
como un anzuelo.
Transcurre su paso
en un sin tiempo
al que delicado y fácil,
así...
me dejo limpio.
Esta mano
que se siente tibia
me aprieta al tacto
como si pisara suelo;
alienta el nervio
con ella suspiro,
le tiemblo,
me aprieta de nuevo,
…
¡y de nuevo tiemblo!
¡y de nuevo tiemblo!
Mano esta
que sin color
en mis rozaduras
se mete suave.
Como un ciego
que la siento
me le acerco,
sin respiración
por instantes quedo,
afinado al tono,
al borde de lo frío,
caliento todo con un
-¡No!-
-¡No!-
La calmo,
sonrío.
Revelación de una piel
que no es mía,
mano que me toca,
de noche,
solitario,
en su compañía,
desmayo,
ansioso,
tierno a ella preso
me le expiro.
me le expiro.
(Gustavo Thomas © 2013-2017)